El
dia 23-02-2018, en nuestra peculiar clase de Educación Plástica, nuestra
profesora Pilar abordo varios temas que me han hecho reflexionar (algo bastante
habitual en mi), y me han llevado a compartir mis ideas con vosotros y
vosotras.
Antes
que nada, quiero advertir que en este relato ve van a usar términos coloquiales
que pueden resultar ofensivos para algunas personas, pero quiero recalcar que
en ningún caso es ese el objetivo sino más bien hacerme entender desde la
cercanía.
Siguiendo
con la historia de Caperucita se ha hablado de la figura del lobo como
depredador. En este caso Pilar, nuestra profesora definía a la niña con un
dicho francés: sage comme une image.
Puede ser que haya hecho esta reflexión en base a las canciones de Lio en su
canción del año 1980 Sage comme une image
o de Alain Lacaux en la canción denominada de la misma forma Sage comme une image.
Desde muy temprana edad a las niñas ya los
niños se nos atribuye un rol que nos acompaña toda nuestra vida. Actualmente
muchos movimientos feministas luchan para que esto deje de ser así, pero siendo
franca y realista, queda mucho camino por recorrer.
A las niñas se nos impone que tenemos que ser
femeninas, portarnos mejor que los chicos, no ensuciarnos, no ser groseras, ser
más educadas demostrando good maners, ayudar
en el cuidado de los demás como hermanos/as menores, ayudar para hacer la
compra y las tareas del hogar, ser obedientes, no se fomenta para nada el
pensamiento crítico para que ninguna nos preguntemos “¿esto porque es así?”, no
podemos apuntarnos a karate o futbol porque es un deporte de “chicos”, nos
enseñan a querer ser madres y a soñar con casarnos, nos inculcan el ideal de
princesas y nos manipulan para que pensemos que tenemos que esperar a un
supuesto “príncipe azul”.
En la adolescencia no podemos
experimentar igual que los chicos y tener varias parejas ya que luego somos
llamadas “fáciles “, no debemos llevar ropa muy sexy porque provocamos y damos
a entender que somos unas “cualquieras”, no somos capaces de cuidarnos a
nosotras mismas por eso los padres se preocupan mas cundo tienen una hija que
sale de fiesta que cunado tienen un hijo, ¿Por qué es diferente?, se espera de
nosotras que seamos las responsables cunado a los chicos se les permite ser
unos “desastres” solo porque son chicos. Se espera que vayamos arregladas y
maquilladas y peinadas correctamente siempre porque si no somos unas “dejadas “o
unas “amargadas”, ¿nadie piensa solamente que es muy cansino estar siempre
perfectas?
Según
las expectativas de la sociedad las características propias del género femenino
son entonces: están interesadas sobre todo en valores estéticos, sociales y
religiosos; la personalidad se define por la dependencia, afectividad y
expresividad, en la mujer el desarrollo de la sexualidad es mínimo y tiene un
carácter marcadamente pasivo.
La
rigidez de esos roles suele crear más individuos hostiles, inútiles,
desdichados o peligrosos o reprimidos sexualmente.
Sin
embargo, ellos son inteligentes, fuertes, hábiles y ágiles y están interesados
en valores teóricos, económicos y políticos; la personalidad del hombre posee
como rasgos la independencia, dominancia, motivación por el éxito e inexpresividad; en cuanto a la sexualidad se definen por ser
activos.
Dicho
esto ni ellas ni ellos se libran de los roles predispuestos por la sociedad, el
miedo terrible que las mujeres o adolescentes pueden tener es caer en la
casilla de “putas” y ellos debido a acciones o conductas (tener rasgos o
comportamientos “femeninos”, llevar prendas de colores llamativos, estampados o
ceñidos, ser demasiado expresivos o sensibles) les coloca directamente en las
casillas de “maricones” o “pringados” y obviamente nadie quiere estar
etiquetado con estos términos tan ofensivos.
Lo
más triste es que a uno le importen las etiquetas y que eso le haga vivir en
base a las expectativas de los demás.
Hay
que ser originales y únicos, porque todos lo somos, solamente hay que dejar
salir la esencia que vive escondida dentro de nosotros y no tener miedo de ser
diferentes.
Por
último, quiero apuntar que en Alemania y en Francia ya se han actualizado bastante
en cuestiones de género. En los documentos oficiales han añadido una nueva
casilla aparte de las dos existentes que eran hasta ahora “mujer” y “hombre”,
todos los que no se quieren encasillar en los dos géneros creados por la
sociedad, porque solo son eso, se apuntan en la casilla llamada “no binario”.
Me
declaro NO BINARIO desde hoy, porque no quiero seguir las estupideces impuestas
y porque estoy cansada de los roles y el sufrimiento que esto induce.
Ni mujeres ni hombres, antes que todo somos personas, es lo único que hay que tener en cuenta.
Ni mujeres ni hombres, antes que todo somos personas, es lo único que hay que tener en cuenta.
Gracias Ioana qué buena reflexión, yo creo que en Francia también tienen su patología, pero seguramente sí que en "las formas" van por delante. Ojalá que tengamos el valor de dejar salir siempre esa esencia para que no viva escondida
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